Si miramos nuestra realidad podemos analizar
esta hipótesis, y como ejemplo claro podemos tomar lo que está pasando
actualmente en materia de infraestructura en el País. Este mes se conoció que
para el próximo mes de noviembre no será posible la entrega del Túnel La Línea,
el cual está en construcción hace cinco años, debido a que presenta fuertes
retrasos. Estos se deben básicamente a
un mal estudio de distintos factores (suelos, materiales aptos o idóneos,
costos, vías, etc.) antes de la
contratación, lo peor del caso es que el Estado ya giró el 98% del valor total
a la empresa contratada (Unión Temporal Segundo Centenario).
El problema de esta situación va
enfocado a que se quiere que el país sea más competitivo, ¿pero cómo va a ser
posible si no tenemos infraestructura para incentivar los factores productivos?
, y los pocos proyectos que apoyan esta iniciativa, como ya se volvió común,
presentan retrasos de semejante magnitud, recordemos el caso de la vía Bogotá – Girardot, adjudicada en el año
2004 la cual solo hasta el año pasado fue entregada, y la causa de su demora
fue gracias a la corrupción (Grupo Nule), el fantasma que nos persigue en
Colombia y por el cual no evolucionamos.
Si estamos en un auge petrolero,
sería bueno que el Estado interviniera de forma positiva, aumentado y mejorando
la infraestructura vial de nuestro país, lo cual nos ayudaría a ser más
competitivos, pues si miramos cifras concretas, el último reporte presentado
por el DANE, con respecto al crecimiento económico, muestra que el sector
manufacturero ha sido el sector con menor crecimiento (-1,4 %) con respecto al
año anterior, así mismo el de la agricultura (1,6 %), lo cual representa una
fuerte caída en las exportaciones y por
consiguiente mayor desempleo y pobreza, teniendo en cuenta que somos un país
netamente productor, los pequeños comerciantes y agricultores se ven afectados
con esta problemática, ya que los costos de producción y de exportación
aumentan, al no haber vías lo suficientemente idóneas para el transporte de carga
a nivel nacional.
En este sentido, el papel del
Estado no estaría cumpliendo con lo que decía Adam Smith, con respecto al laissez- faire, donde éste debe ejercer una postura
proteccionista, respaldando obras públicas que promuevan el comercio. Podríamos
también relacionar esta situación con el pensamiento Estructuralista, el cual
dice que es necesario que los países latinoamericanos aumenten las
exportaciones, especialmente de productos terminados (manofactura), para
disminuir las desventajas que tenemos frente a países desarrollados, lo cual
implica necesariamente una intervención efectiva y eficiente por parte del
Estado, quien debería estar comprometido con mejorar la infraestructura vial de
este país, con el fin de incentivar el comercio.
Fuentes:
http://www.eltiempo.com/economia/sectores/por-retrasos-gobierno-pide-caducidad-a-contrato-del-tunel-de-la-linea/14529895
http://www.eltiempo.com/economia/sectores/obras-que-buscan-mayor-competitividad/14529897 http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/pib/presen_PIB_IItrim14.pdf
Escrito por : Erika Gómez